“El texto constitucional de 1917 establece los principios del orden jurídico al tiempo que determina los criterios para la correcta y eficaz aplicación de las normas legislativas para la convivencia de la sociedad mexicana”, señaló Juan Antonio Magaña de la Mora, presidente del Supremo Tribunal de Justicia y del Consejo del Poder Judicial de Michoacán, al fungir como orador oficial del evento conmemorativo del 99 aniversario de la promulgación de la Constitución Mexicana.
La ceremonia, realizada en la Plaza Valladolid, contó con la presencia de Raymundo Arreola Ortega, presidente de la Mesa Directiva del Congreso local; Alfonso Martínez Alcázar, presidente municipal de Morelia; Medardo Serna González, rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, entre otras distinguidas personalidades.
El magistrado presidente comentó que dicho documento impulsado por Venustiano Carranza y aprobado por el Congreso de esa época, tuvo por objetivo incorporar a la ley, los principios esenciales, los valores fundamentales, así como las directrices imprescindibles para un México democrático y más justo.
Puntualizó que la arquitectura constitucional de 1917, ha demostrado ser la más adecuada para la vida institucional, ya que permite a la ciudadanía participar de manera activa en la configuración de la administración pública, exige a las autoridades el cumplimiento irrestricto de sus competencias y atribuciones, al tiempo que respeta el principio constitucional de legalidad.
“Una de las aportaciones más significativas de la Constitución, es que en ella se materializa el conjunto de derechos básicos que en ese momento histórico se denominaron garantías individuales y que ahora, con mayor acierto, se denominan derechos humanos”, reconoció.
Magaña de la Mora detalló que estos derechos se abordan en los primeros 29 artículos de los 136 que integran el texto, “cuya vigencia, respeto y observancia no solamente está a cargo de las autoridades estatales, sino también, a partir de la reforma constitucional de 2011 en materia de amparo, deben ser respetados por los particulares”.
En este sentido, enfatizó que si bien la Carta Magna establece derechos humanos disponibles para todas y todos, también marca límites esenciales para el ejercicio de los mismos, “debemos fomentar la cultura del respeto y promoción de los derechos esenciales de las personas, que también implique no abusar de ellos”, aclaró.
Finalmente, Juan Antonio Magaña refirió que la actual Constitución dota de fuerza vinculante a las normas que regulan la convivencia social, “en la medida que cumplamos lo establecido en ella, nos garantizaremos a nosotros mismos, el orden, el respeto y la paz en la Nación”.
